OLVIDO LEALTAD ADIÓS YERMO OLAS
¡No
me olvido, mamá, de comprar las pintas! Era tal la lealtad que tenía mi madre a
las legumbres que no pasaba ni una semana sin comerlas. ¡Cómo para olvidarme!
Si además de comerlas ella las tenía que comer yo..., y como no hubiera judías,
garbanzos o lentejas en la despensa, ¡adiós!, ya podías prepararte para soportar
la ira de los dioses... Recuerdo que si veía un campo yermo por las olas de frío
dónde antes hubo un sembrado de legumbres, lloraba con desesperación. Así las
amaba... Olla podrida. Fabes con almejas. Cocido madrileño. Potaje alcarreño...
¡Ricos y flatulentos, oiga!
(Relato para "Cinco Palabras" VOL. XI TERCER
AÑO)
Un abrazo, amigos.
Pequi.