MENISCO VIANDAS CATAPULTA CENADOR FAROL
Todos le aconsejaban que perdiera peso, pues eso le
ayudaría a prevenir problemas cardiovasculares, de menisco y demás.
Era fácil decirlo, pero cuando veía las viandas sobre
la mesa pensaba: “de mañana no pasa”, y ese día se ponía las botas.
Sus superiores ya iban a expulsarlo del ejército cuando
su amigo Jonás tuvo una idea:
-Podemos montarlo en la catapulta y lanzarlo al
castillo, por encima de las murallas.
Así lo hicieron y vaya si funcionó. Olaf cayó sobre
el cenador y en cuatro noches acabó con todas las provisiones. No quedó ni el
aceite del farol.
¡Rendición absoluta!
(Relato para
“Cinco Palabras” VOL. II QUINTO AÑO)
Un besico amigos.
Pequi.