CLAMOR LETRA GESTO ARREBATO DISLATE
Miguel de Cervantes había perdido toda
esperanza de ser rescatado de su cautiverio. Sus cuatro intentos de fuga
fallidos le hundieron. Un día escuchó un gran clamor y Fray Juan Gil apareció
como de la nada dispuesto a rescatarlo de esos baños de Argel. El susodicho
padre trinitario firmó un documento de puño y letra para intercambiarse por el
escritor preso pero ese gesto no fue suficiente. Tan solo contaba con trescientos
escudos pero, en un arrebato de generosidad, la comunidad cristiana argelina reunió
los doscientos escudos que faltaban. Al final quinientos escudos y el literato
quedó libre, ¡menudo dislate!
(Relato para
“Cinco Palabras” VOL. VI QUINTO AÑO)
Un besico amigos.
Pequi.