AMOR FIDELIDAD MUJERES PACIENCIA BONDAD
El amor que cogimos por la isla perdura aún en mi
memoria. En cualquier esquina se juntaban veinte dominicanos y con un
aparatillo de alta fidelidad la liaban y nos poníamos a bailar merengue y a
beber ron. Las mujeres tenían una piel tan suave que era imposible renunciar a
ellas y la comida criolla nos enganchó a base de bien. Todo resultaba afrodisíaco.
El mondongo de vaca y las veinte docenas de ostras que nos comimos, con gran
paciencia, en la playa de Nagua, junto a la bondad del clima hicieron que no
saliéramos del nido en dos días.
Pequi.
(Relato para
“Cinco Palabras” VOL. XI QUINTO AÑO)
Nos vemos.
Pequi.