DESIERTO LÁGRIMA PÁNCREAS NOBLEZA ESCARMIENTO
Cuarenta días peregrinó en el desierto y todos los pasó despierto, así era el Nazareno, un tipo duro que aguantaba con lo que le cayera. Y en los cuarenta días no derramó ni una lagrima, al menos que se sepa y ya le podía doler el estómago de no comer o el páncreas de aguantar las tentaciones de Satanás que con gran nobleza y entereza habría de sufrir el escarmiento que su Padre quiso dar a la humanidad y que Él asumió con la valentía que pocos hombres han demostrado en la historia de la humanidad. Menos hoy, ¡vive Dios!
(Relato para "Cinco Palabras" VOL.XI)
Un saludito a todos.
Pequi.
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