RADIO CONSUELO CUCURUCHO NORIA CORDÓN
Era
un pueblo pequeño que carecía de cobertura de internet y no teníamos aparato de
televisión. Como único consuelo para matar las horas sin que el aburrimiento
nos comiese había una radio de válvulas, que nos acompañaba con su música, y la
vaca del vecino, que entretenía a los niños. Así conseguimos bajar unos kilos,
porque decidimos hacer la dieta del cucurucho y entre eso y el baile no dejamos
de sudar todo el verano. El pueblo de al lado estaba en fiestas y había una
noria. Los niños bajaban corriendo cada tarde. ¡Zagal, átate el cordón o caerás,
calamidad!
(Relato para “Cinco Palabras” VOL. XI CUARTO AÑO)
Pequi.
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