PECADO GRITO LEY SIEN LEJOS
“Pecado habría sido no aprovechar ese ofertón”, le dijo la pija de Rosa a su Bernardo mientras daba buena cuenta de la tajada de sandía, “porque fíjate cariño que este es el último grito en collares para perro…, y el precio es de risa para ser plata de primerísima ley...”, “Zeguro mi amó, por eze dinero no lo encuentro ni en er to a sien”, le contestó el gaditano con cierto timbre de cachondeo. “Quizás mi amor, pero ni de lejos iba a estar Fifí tan elegante como con este..., ¡dónde va a ir a parar!...” “¡Onde, mi amó, onde!”
(Relato para "Cinco Palabras" VOL.III SEGUNDO AÑO)
Un ladrido y un beso.
Pequi.
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