CRUZ ALMACÉN CONVERSACIÓN PACIENCIA RETORNO
El
flaco había alquilado un local en la calle de la Cruz
y quería utilizarlo como almacén de caramelos.
Por la conversación deduje que el dueño era un
amante de las chucherías ya que de joven había sido pipero, llevando su carrito
todas las tardes al parque del Retiro. “Con los niños hay que tener mucha paciencia...”, le decía el arrendador, “...con cinco
duros para gastar se estaban media hora eligiendo y siempre te demoraban el retorno a casa”. “¡Yo sólo los almaceno..., a los
niños que les folle un pez!”, espetó el escuálido arrendatario. ¡Menudo
espíritu de la golosina!
(Relato para "Cinco Palabras" VOL. VIII TERCER
AÑO)
Un abrazote a todos.
Pequi.
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