LLUVIA CANICHE IMPOSIBLE LEVEDAD MULTILENGUA
Todos bailaban bajo la lluvia
como posesos. Pregunté varias veces qué se celebraba pero no hubo respuesta.
Sólo bailes. Tan sólo un caniche tuvo el detalle de acercarse y darme dos
ladridos. Lo tomé como una invitación y también empecé a bailar. Hice lo que
pude, desde luego, pero bailar peor era ya imposible. Decidí hacer de mi capa
un sayo y dada la levedad del caso me puse a bailar y a ladrar con el perrillo
como otro poseso. Sin duda los ladridos se me daban mejor que el baile. ¡Lo mío
es la multilengua! Y la cerveza, ¡claro!
(Relato para "Cinco Palabras" VOL. II CUARTO AÑO)
Besos y abrazos.
Pequi.
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