LEÓN ILUSIÓN RAIFORD MANDIOQUIÑA ÑAMARA
No dimos una a derechas
con la carta esa noche. Ofrecían casquería fina así que pedimos una de
gallinejas, pero la frescura de esos tubos diabólicos dejaba mucho que desear y
más que tripas de cordero, parecían rectos de león. Con gran ilusión nos
cambiamos al pescado y pedimos sushi japonés, pero el wasabi estaba hecho con raíces
de raiford y su sabor también nos defraudó. Nos decantamos por la cocina
criolla y nos pusieron un puré de mandioquiña con ñamara, pero la mezcla
tampoco resultó. Ya lo dijo mi abuela: “El que mucho abarca poco aprieta.”
¡Sabia mujer!
(Relato para “Cinco
Palabras” VOL. IV CUARTO AÑO)
Besos y abrazos.
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