MUÑECO COCHE TATUAJE PELAZO MÚSICA
-Hombre,
si llevarais tres bultos de cien kilos lo entendería, pero para una silla, una
guitarra y un muñeco no hacen falta tres personas. Espetó el guindilla sacando la cabeza del
coche.
Rebobinemos:
Íbamos los tres colegas sentados en la parte delantera del seiscientos y la
trasera vacía. El municipal nos paró, claro. Nada tenía que ver con el tatuaje ni
con el pelazo a lo Paco Micro. Ni siquiera con la música radical que llevábamos.
Es que le dije al municipal que llevábamos
unos muebles a casa de mi abuela y lo que había detrás es lo que dijo.
(Relato para
“Cinco Palabras” VOL. IV QUINTO AÑO)
Un besote a todos.
Pequi.