OBJETIVO LABERINTO INVENTOR ALQUIMISTA AURORA
Un pub y otro pub y otro… ¿Cuantos
sitios recorríamos cada noche? Perdíamos la cuenta y luego igual recordabas los
sitios por la música: Aquí Radio Futura, allí La Unión, acullá Objetivo
Birmania. Los bajos de Argüelles eran un auténtico laberinto y en todos los
garitos a los que ibas había un inventor de chupitos. Se creían alquimistas de
la noche, pero un alquimista no inventa chupitos. Un alquimista tiene que ir
más allá. Un alquimista crea oro. Como un Midas, todo lo que toca se vuelve
oro. Pero al llegar la aurora todos borrachos y sin oro… ¡ni plata!
(Relato para
“Cinco Palabras” VOL. VII QUINTO AÑO)
Un abrazote a todos.
Pequi.
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