VENENO PRESUMIR DEHESA IMPRONTAS DESASOSIEGO
Decían las malas lenguas
que había veneno en tus ojos pero yo puedo presumir de ser homeópata y todos
los venenos, en su justa medida, mi amada Justa, me hacen más fuerte. A causa del
veneno hicimos el amor, enloquecidos, en los sitios más insospechados: en las
cuestas de la Dehesa
de la Villa,
junto al embalse del Cubillas, detrás de la atalaya del Tesorillo… ¡Ay, si esos
coches hablaran! Delatarían nuestras improntas de amantes compulsivos. Pero los
coches no hablan, por eso he tenido que contarlo yo… Tranquila que, a parte de
aquí, será nuestro secreto, ¡no sientas desasosiego!
Pequi.
(Relato para
“Cinco Palabras” VOL. VII QUINTO AÑO)
Un abrazo amigos.
Pequi.
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