viernes, 26 de agosto de 2011

Estocolmo...

Eso es lo que le pasa a uno cuando vuelve de las vacaciones, que al principio le da a uno el síndrome de Estocolmo y no quiere hacer otra cosa que ser muy digno y trabajar y trabajar..., ¿no, O'Tití?, que incluso hasta te cae bien el jefe y hasta serías su amigo..., bueno eso son los primeros veinte minutos, porque a la hora del café le pueden dar morcillas otra vez..., y entonces te vuelve la depresión post-vacacional con fuerza..., todo es una leche..., no hay quien lo aguante..., el café es tan malo como siempre..., por eso es inteligente guardarse otra semana más y volvérselas a tomar antes de que algo reviente..., eso es lo que hice yo y por eso la semana que viene me voy otra vez de vacaciones, que luego me estreso y madre mía..., y no me voy a la playa a hincharme de pescao y cerveza porque he empezado la dieta post-verano y no puedo, pero ya se acabará ya..., y volveremos a las andadas..., ¡¡cuanto de sufrir, maretica mía Tíscar!!

Besos y abrazos.

Pequi.

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