jueves, 3 de julio de 2014

ABUELA FOGONAZO ENMARAÑADO OJOS NIEBLA

La abuela ya nos previno en su día de que siempre llevásemos gayumbos limpios, porque nunca se sabe cuando te va a pasar algo en la calle y te van a tener que quitar la ropa en el hospital. Lo que no se podía prever es que la diarrea y el consiguiente fogonazo se produjeran en plena Plaza de Tirso de Molina. Cierto es que los intestinos ya se me habían enmarañado dentro del metro y se intuía en mis ojos que el retortijón no encontraría otra salida. ¡Qué bochorno! Menos mal que la densa niebla disimuló todo un poco.

(Relato para "Cinco Palabras" VOL.IV SEGUNDO AÑO)

Abrazos.

Pequi.

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