lunes, 2 de marzo de 2015

HABITACIÓN NIÑO TRABAJO SUEÑO PAZ

Estabas al fondo de la habitación llorando cuando llegué al orfanato así que saqué mis bolas rojas de esponja y las hice desaparecer delante de tu naricita achatada, entonces sonreíste. No hay como sacar la sonrisa a un niño que está llorando, da igual el trabajo que cueste. Era la hora de dormir pero no tenías sueño. Tuve entonces que hacerte un par de juegos de manos más, de esos que los niños relacionáis con la Magia verdadera y que os llevan al lugar donde ésta se halla. Fue tal tu paz interior que dormiste como un lirón. ¿Recuerdas Samai?

(Relato para "Cinco Palabras" VOL. XII SEGUNDO AÑO)

Besos y abrazos a todos.

Pequi. 

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