lunes, 20 de febrero de 2017

RADIO CONSUELO CUCURUCHO NORIA CORDÓN

Era un pueblo pequeño que carecía de cobertura de internet y no teníamos aparato de televisión. Como único consuelo para matar las horas sin que el aburrimiento nos comiese había una radio de válvulas, que nos acompañaba con su música, y la vaca del vecino, que entretenía a los niños. Así conseguimos bajar unos kilos, porque decidimos hacer la dieta del cucurucho y entre eso y el baile no dejamos de sudar todo el verano. El pueblo de al lado estaba en fiestas y había una noria. Los niños bajaban corriendo cada tarde. ¡Zagal, átate el cordón o caerás, calamidad!

(Relato para “Cinco Palabras” VOL. XI CUARTO AÑO)

Abrazos.

Pequi.

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