martes, 1 de agosto de 2017

MEDRAR MAJADERO PORTILLO OPORTUNIDAD QUICIO


Llevábamos cuatro meses con el negocio abierto y aquello no arrancaba.
-Si queremos medrar, le dije a mi socio, se nos tiene que ver. ¡La gente no sabe ni que existimos!
Así que ni corto ni perezoso, cogí un majadero de la caja de herramientas y me lie a porrazos con el muro, abriendo un portillo nuevo en cada una de las paredes.
-¿Y tú crees que cada agujero que has hecho es una nueva oportunidad de vender algo?
-¡De verdad Ambrosio que me sacas de quicio! Espeté. Si sigue sin entrar nadie, al menos que corra el aire, ¡joder!


(Relato para “Cinco Palabras” VOL. V QUINTO AÑO)

Un abrazo amigos.

Pequi.

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