Fiesta de la bicicleta

Por fin he encontrado una utilidad a las bicicletas que teníamos abandonadas en el pueblo..., y está Miguel el Rosco, mi suegro, más contento que unas castañuelas porque hemos matado dos pajaros de un tiro..., bueno dos pajaros y un marranillo chico para celebrarlo..., y es que no solo ha conseguido liberar el hueco de la cochera que tanto tiempo ha reclamado para guardar el viejo Same Corsaro sin tener que hacer maniobras, sino que además ahora tiene una fuente sólida de comida sana y es que de siempre se ha sabido que las carnes como más sanas se cocinan es al grill, dando vueltas y a fuego lento..., y para colmo ya he adelgazado varios kilos dando pedaladas para asar todo tipo piezas, que incluso los conejillos de campo que caza mi amigo Pablo quedan de primera con este método, siempre con una marcha larga para que el conejo no se marée, claro... Menudo descubrimiento!!

Besos y abrazos.

Pequi.