lunes, 31 de octubre de 2011

Cambio de hora

Ya he comentado alugna vez que la idea de que se quitara una hora a nuestra vida durante la primavera, cuando el buen tiempo invita a disfrutar de cada minuto, y se nos devolviera en el otoño, cuando está uno más tiempo recogido en casa que fuera, no era una gran idea. El que la pensó no era el mejor ideísta que conozco, desde luego..., pero cuando salgo a dar mi paseo matinal por Sexi y me encuentro con este paisaje, entonces se me quita la tontería y me doy cuenta de que lo que le pasaba al que inventó lo del cambio de hora es que era demasiado madrugador, como yo, y se dio cuenta de que atrasando el reloj en otoño una hora hacía que no hubiera que esperar esa hora más cada día para disfrutar de tan pintorescas estampas, eso, unido a que el escarchazo que me encuentro todos los días cuando salgo con la moto al trabajo, es menor, hace que tenga que romper una lanza en favor de aquel ideísta que tuvo una idea que en ralidad era tan brillante como el sol de la mañana sexitana... Otra cosa es cuando amanece nublo, como diría mi suegra..., pero es que entonces suele dar igual que cojones de hora sea...

Besos y abrazos.

Pequi.

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