martes, 21 de abril de 2015

Ni pa ti ni pa mí.

Andaba otra vez de trifulcas con el Rosco, mi suegro, porque resulta que habíamos comprado un coche nuevo muy chulo, en plan deportivo moderno, para que se paseara por la zona y resulta que el quería seguir con su viejo pick-up, "que no le cambiaramos su palanca de cambios y su volante, que ya estaban sudadillos por él y no pasaba por cambiarlos". Pues nada, despues de muchas discusiones y no llegar a un acuerdo me he dicho, hacemos un híbrido y "ni pa ti ni pa mí", decisión salomónica..., y el resultado no ha podido ser mejor, un poco de emplaste por aquí, otro poco de cinta americana por allá y ya hemos aprovechado la potencia y prestaciones del deportivo nuevo con la cabina de su pick-up para no echar nada de menos y el Rosco como niño con zapatos nuevos. ¡Cómo están las cabezas!, de duras digo.

Un beso a todos.

Pequi.

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