Salamanca, "La Letrada"

Siguiendo la ruta de ciudades españolas visitadas por un servidor de ustedes, he de detenerme en la entrada de hoy en la ciudad de las letras por excelencia: Salamanca. Quizás una de las más bellas que he visitado y de la que mantengo en la retina (a parte de restos de vidrio y polvo de las carreteras en obras donde se nos rompió el parabrisas - mi bienamada Ana se acordará muy bien porque tuvimos que viajar 40 kms. con un paraguas abierto para evitar el aguacero que se colaba por el hueco del cristal) su plaza mayor, su catedral, sus callejas empedradas y los pubs temáticos (esos los recuerdo algo menos por la ebriedad), especialmente uno que imitaba la Mezquita de Córdoba (que también tendrá su entrada en el blog) y otro que era como un submarino (no sé si el amarillo..., ya os digo que iba ebrio). El maestro Joselín también tiene buen recuerdo de susodicho viaje, él rompió los dos faros a la salida de Madrid. En fin, que el que va por allí arriba y no para en Salamanca, por lo menos para probar su hornazo, tampoco tiene perdón de Dios (aunque se tenga que cargar medio coche).

He dicho, que no es poco.
Pequi.