¡Señor! ya oigo las trompetas

Ya está aquí, ya llegó..., no, no es como empieza la canción del verano, es que, por fin, ha llegado la semana santa..., ¡¡¡aaahhh!!!, cuanta pasión desatada en las calles, cuanto pisotón, codazo y juego sucio (luego se quejan del fútbol) por conseguír un esquinazo con vistas. Ya se puede oler a cirio desde los cuatro puntos cardinales de Graná y oír el chirriar de las cubiertas de los coches al pasar sobre los empedrados llenos de cerumen y sobre todo, y lo puedo decir con cierta sarna, que sarna con gusto no pica, se intuyen ya los bostezos y posteriores ronquidos del Pequi, que mañana, a las dos (habrá que hacerse el cuerpo a que fuera un viernes, por más que me pese...), enganchará las bien ganadas vacaciones primaverales y piensa estar sesteando entre paso y paso..., aunque es probable que haya que bajar con la peque a ver alguna, en fin, así aprovecharemos para remojar la boca en cerveza, que siempre se queda algo reseca de no hacer nada...

Feliz semana santa chavales!
Pequi.