miércoles, 24 de junio de 2009

Hasta siempre, mi hermano colchonero.

Luis Bootello era de los de su tocayo Aragonés..., vibró cuando zapatones metió el gol al Bayern, lloró cuando el innombrable alemán nos empató, agachó la cabeza cuando no metieron cuatro en el desempate y gozó como nadie cuando Ayala metió el gol que nos dio la intercontinental un año después... Yo fui un poco posterior, yo empecé con Pereira y Leivinha, aunque Ayala, Capón, Leal y compañía aún seguían en activo..., pero los dos hemos sido grandes colchoneros y eso fue lo que nos hizo hacernos grandes amigos cuando nos conocimos, nueve años allá, al llegar a la urbanización, y nos vimos infinidad de partidos juntos en su casa, que siempre fue la mía, y vivimos un descenso, un ascenso y la recomposición de un equipo, el de nuestros amores, porque siempre tuvimos nuestro corazón entregado a estos colores, y nos metimos en la peña Gárate y fuimos a ver partidos de la champions, porque nos gustaba ir al Calderón, nuestra segunda casa, a ver a nuestro Atleti ganara o perdiera, y en tan solo nueve años nos hicimos como hermanos... Por eso hoy es un día tan triste, porque su corazón colchonero ha dejado de latir, un triste accidente le ha quitado la vida y aquí nos quedamos sus amigos y familia como desamparados, como solos..., es grande el vacío pero será eterno el recuerdo..., de momento yo te dejo este escrito para que perdure tu memoria en este rincón y mi minuto de silencio, que te lo haré en el Calderón, te lo aseguro. Un fuerte abrazo y hasta siempre, mi hermano colchonero..., mi hermano Luis.

Cuidaos todos. Os quiero.

Pequi.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ha sido un golpe muy duro y sé que lo vas a echar mucho de menos mi amor, pero él siempre seguirá vivo en nuestro corazón.
No olvides nunca que tu hija y tu mujer te quieren con locura...

Fernando El Palangana dijo...

Lo siento de verdad. No sé quien era tu amigo pero está claro que le querías mucho. Desde la grada sevillista y mirando al cielo guardaré también un minuto de silencio y un fuerte abrazo.