Kit de emergencia

El otro día estaba en un bar y me quedé de piedra cuando la señora que tenía al lado sacó un maletín, que parecía de herramientas, lo abrió y sacó una longaniza del porte de una broca del 20, pidió al camarero media tostada integral y un café con leche desnatada y sacarina..., una vez puesto todo, colocó la longaniza sobre la media integral y con un mechero la calentó hasta que toda la grasaza de la longaniza, que era mucha, se licuó y empapó la tostada de integral hasta rezumar por abajo, abrió la boca y no le duró ni tres asaltos... En fin, menos mal que el café lo pidió con leche desnatada y sacarina y que la media tostada era de integral y, quieras que no, eso equilibra bastante el aporte calórico del medio galón de grasa del embutido que se jincó... Lo malo es que antes de irse la vi marcando las manitas de cerdo y una panceta de a cuarto y mitad, como si fuesen a ser las siguientes en la lista..., yo no dije nada, por supuesto, vaya que me eslomara con un golpe de lorza..., que de embutidos iba el palo...

Cuidaos este verano y no abuséis del kit de emergencia.

Pequi.