jueves, 18 de octubre de 2012

La gran prueba

Ayer pasé por un concesionario de motos y me prestaron una para probarla, lo que pasa es que como tenía prisa porque debía de quedarme con Alberto en casa mientras Justa hacía unos mandaíllos, pues me dije: "la pruebo en casa y mato dos pajaros de un tiro"..., y casi lo consigo literalmente..., porque se lio una humareda que no podíamos casi respirar ni Alberto ni yo y estuvimos los dos pajaros a puntetico de quedarnos pajarillos, valga la rebuznancia... En fin, que la moto molaba, eso sí, pero entre las huellas que dejó en el parquet (que tuve que estar dos días dando sela y puliendo sela), las toses que nos dieron al Chipirón y a mi y las broncas que me llevé de Justi al volver a casa y del tío del concesionario cuando vio las gomas de la moto más quemadas que la oreja de Niki Lauda..., me parece que no compensó el rato de gozo..., ¡¡es la última vez que pruebo una moto de estas, yo a seguir esperando a mi Harley y de momento a tirar de Special, que es lo que hay!!

Besos y abrazos moteros.

Pequi.

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