domingo, 17 de noviembre de 2013

ESPADA ABUELO CRISTAL MENDIGOS ESTÍO



¿Era espada o basto? En realidad daba igual, lo importante es que era un pito y con el de oros y los dos reyes que llevaba, de primeras damas, le faltó tiempo al abuelo para gritar: ¡órdago a pares! El temblor del ojo derecho tras el cristal de sus gafas le delató por completo y hasta los mendigos que andaban mirando la partida se dieron cuenta. ¡No queremos! Llevo la una. Veinticinco y una porque no, veintiséis y tres de dúplex, veintinueve. Veintisiete y tres de treinta y una, nos salimos. ¡Juego, vaca y partida!..., ¡y pacharán de estío ganado!

(Relato para "Cinco Palabras" VOL.VIII)

 Saludos.

Pequi.

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