De vuelta al tajo

Bueno, parce que pasó agosto, con más pena que gloria, como de costumbre y con poca producción litararia por mi parte. No, no ha sido debido al estrés postvacacional ni nada por el estilo, yo ya lo había asumido mucho antes, es más, este año, como fui el primero en reincorporarme, prácticamente, he podido hacer un estudio detallado de como sufren los compañeros que van volviendo tras las vacaciones... Luego hay casos como el del Rana, el padrino de mi peque, que como ya no tiene vacaciones en todo el año, no sufre nada..., vamos que ni siente ni padece..., pero sabe perfectamente que trabajar dignifica, que ya lo dijo O'Tití, y eso reconforta... Pero hay que reconocer que es Agosto un mes de lo más tonto y que para mi sólo se salva por las fiestas de los pueblos (también fueron las del mio, Huétor Vega) y por las tormentas que van refrescando y anunciando el final del verano, pero que este año no ha tenido ni una... Lo que no puedo decir es que haya hecho mi agosto, casi que gracias a Dios, porque la cosecha de aceituna se recoge en diciembre..., vamos que sólo me hubiera faltado tener almendros y alfalfa y haberme pegado el mes pegándome con los mosquitos tigre... En fin, de no haber sido por el tres por cuatro...

Feliz vuelta a todos.
Pequi.