viernes, 12 de septiembre de 2008

Último viernes de guardería

Me imagino la cara de incredulidad que se me habría quedado de pequeño si hubiese escuchado a mis padres dejando caer, como quien no quiere la cosa, y sin reparar en que sus vástagos se encontraban presentes: "menos mal que el lunes que viene empieza el colegio"..., pues es curioso que ahora he tenido que ir corriendo al WC a mirarme al espejo para ver la cara de alivio que me ha quedado cuando he oído a unos niños decir en los columpios: "lástima que el lunes que viene empieza el colegio"..., vamos que el espejo del WC se tiene que remontar a una de las más grandes plantaciones de pino (fue una mierda como un celemín de grande) para recordar una cara de más alivio mía reflejada en si mismo... Y ya a partir del próximo viernes, con la rutina cogida por el cuello, podemos empezar a hablar de quien va a ir a casa pasteles este año a por los mantecados, cuanta cantidad de cada..., en fin, esas cosas que hay que hacer y que cuanto antes uno haga antes están hechas...¿Es o no es, Enti, Césare y Lolita? Bueno, lo echaremos a los chinos y así matamos dos pájaros de un tiro celebrando la inauguración del Instituto Confucio...

Felicidades a los padres.
Pequi.

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