¡A por ellos, oeh!

Los italianos siempre tuvieron tres virtudes: la primera, hacer los helados que degusto en la Gran Vía de Colón, siempre que paso por delante no puedo resistirme a tomarme una tarrina de helado de nata; la segunda es su cocina, exquisita y muy facil de hacer; y la tercera, ganar a España en competición oficial para que los madridistas puedan disfrutar también de lo que ya solemos disfrutar los atléticos. Dada mi condición atlética (aunque no muy musculosa) siempre me valía como vía de escape pensar que, por lo menos, le habría escocido también a los madridistas, "por una vez, pensaba, pierde mi equipo y estos cabrones no se van a meter conmigo mañana..." Pero visto que el Atleti va a ser el primer equipo de la Capital desde la temporada que está a punto de llegar y un referente en Europa (vamos a conseguir la décima antes que el madrid, os lo aseguro) y que va a ser, él solito, capaz de humillar una y otra vez a los madridistas, la tercera virtud italiana ya no tiene sentido y España tiene mi permiso absoluto para machacarlos el domingo. Lo único que sí les pido a los italianos es que no sean tan mezquinos de vengarse luego quitándole materia grasa a su helado de nata, que tan bien se amolda a mis lorzas, o complicando su cocina a caso hecho..., sería tirar piedras a su tejado.

¡Tiembla Italia!
Pequi.