miércoles, 20 de diciembre de 2006

El tío del puro

Hay cosas que se le quedan grabadas a uno desde que es pequeño. Yo recuerdo, con nostalgia, las tardes de fútbol en el Calderón, a los once años, cada vez que huelo un puro cerca. Ahora voy al Nuevo los Cármenes y hay un tío por detrás de mi que se fuma su puro cada partido, a mi no me desagrada porque me recuerda aquellas tardes de infancia pero siempre está al que le molesta y se pasa el partido entero..., “¡y el tío del puro!”, “¡y el tío del puro!” y así hasta que el trencilla pita el final, que acaba molestando más aún que el tío del puro, porque al fin y al cabo el campo de fútbol es un sitio normal donde fumarselo. Ahora, lo que se me ha quedado grabado con fuego ha sido lo que he visto ayer..., un pollo con una moto choperada, todo cómodo, echado hacia atrás y fumando un puro sin usar las manos, mientras conducía, que llegaba al manillar... ¡y el tío del puro!

Buen miércoles.
Pequi.

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