500 visitas

Vale troncos, no hace falta que os hacinéis para felicitarme por haber recibido la visita 500 en mi blog, número redondo y bonito donde los haya..., porque los mil me harán ilusión, pero no es igual de bonito. Además me acuerdo de los billetes de 500 pesetas, azulones y grandes, aquello eran billetes y no lo de ahora, y si no, que se lo digan a Piuno, que enrolló un billete de 500 en un palo y después de un rato jugando lo tiró y cuando nos quisimos dar cuenta (en Desirée para pagar los dunuts y la coca-cola) tuvimos que volver sobre nuestros pasos y buscar el palito durante media hora por los soportales de la calle Bruselas y al final hallamos el palo sin billete... ¡Ay Piunín, haciendo de las tuyas desde bien jovencito! Menos mal que Carlos nos dejó a fiar la merienda...

¡Feliz 500, Pequi! (como no me lo diga yo).
Pequi.